LA ORACION NOS AYUDA A PROSPERAR COMO CRISTIANOS
Hoy en día todos buscamos ser prósperos, pero la prosperidad no solo son
bienes materiales sino también llenar el
corazón del poder y la gracia de Dios,
es ser acepto en el bien Amado, esto
quiere decir que el que yo crea y ame a Cristo es suficiente para que Dios me
acepte. En Efesios 1:4 dice que desde la
eternidad Dios nos preparó para estar sin mancha ni arruga en la presencia del
Padre . Ahora que sabemos esta verdad,
debemos enfocarnos en pasar mucho tiempo
ante la presencia del Padre por medio de la oración.
Orando y Caminando
La vida cristiana
no es sólo entrar en un camino, entrar en la Iglesia o alguna denominación;
la vida cristiana es aprender a caminar por donde Dios desea que usted camine,
porque Dios siempre quiere darle lo mejor.
La forma más rápida de conocer cuál es mi camino como creyente es:
orando para que el Padre se revele a su corazón.
Cuando una persona encuentra el buen camino
siempre tendrá prosperidad, aunque a veces este camino es estrecho vale la pena estar en él porque Dios nos
concede muchas alegrías que el mundo no
nos puede dar. Orando debemos pedirle a
Dios que nos ponga el deseo de estar en el
buen camino porque si no el alma querrá
hacer otras cosas, como por
ejemplo estar en el chisme, en las bebidas, en las fiestas, desatención de la
familia, etc.
El camino de la gracia nos enseña que la prosperidad ya nos la ha sido dada, porque todo el que tiene
a Cristo lo tiene todo.
Orando y Prosperando
La prosperidad del alma es algo muy importante en cada uno, porque el
espíritu es perfecto, es una sola ofrenda al Señor, el poder de Dios se manifiesta superando la
carne (que es el alma.) Dicho en otras
palabras cuando la carne comienza a tomar actitudes espirituales y mi alma se
parece al espíritu es cuando la santidad de Dios brilla en cada uno de nosotros, y empezamos a ser vencedores en toda situación.
Lucas 5: 4-11 dice: Cuando Jesús
terminó de enseñarles, le dijo a Pedro: —Lleva
la barca a la parte honda del lago, y lanza las redes para pescar. Pedro respondió: —Maestro, toda la noche estuvimos trabajando
muy duro y no pescamos nada. Pero, si tú lo mandas, voy a echar las redes. Hicieron lo que Jesús les dijo, y fueron
tantos los pescados que recogieron, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la
otra barca, para que fueran enseguida a ayudarlos. Eran tantos los pescados
que, entre todos, llenaron las dos barcas. Y las barcas estaban a punto de
hundirse. Al ver esto, Pedro se
arrodilló delante de Jesús y le dijo: Señor, apártate de mí, porque soy un
pecador! . Santiago y Juan, que eran hijos de Zebedeo,
Pedro y todos los demás, estaban muy asombrados por la pesca tan abundante.
Pero Jesús le dijo a Pedro: —No tengas
miedo. De hoy en adelante, en lugar de pescar peces, voy a enseñarte a ganar
seguidores para mí. Los
pescadores llevaron las barcas a la orilla, dejaron todo lo que llevaban, y se
fueron con Jesús.”
Pedro que era un experto en la pesca pero se deja guiar por Jesús ya que por el
camino que él había seguido no habían pescado nada, Pedro decide obedecer a Jesús y sin oposición toma el camino que
Jesús le dice. Aquí el Señor nos está
enseñando que cuando tenemos la actitud de obedecer al Señor nuestra alma
tomará el buen camino y prosperará.
Pedro venció su alma, renunció a sí
mismo, con su actitud de obediencia a lo que Jesús le dijo se declaró
principiante siendo él un experto en la pesca, Pedro tomo el buen camino y por
ello las barcas casi se hunden de tantos peces que pescaron, eso es
prosperidad. Hoy en día prosperidad es
también pescar hombres y mujeres para Cristo utilizando nuestro proceder en el
buen camino, porque muchas veces la predicación no llega al corazón de las
personas pero el buen ejemplo los convence.
Los minutos y las horas en oración nos lleva al
camino correcto y a la prosperidad anhelada.
La familia que ora unida tiene gran bendición.
Como intercesores estamos comprometidos en en
ayudarte a encontrar el camino correcto en tu vida. Escríbenos tus peticiones de oración a:
ministeriodeintercesionbh@gmail.com
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